En 1990 se produjo un quiebre en el mundo de la música nacional y la sociedad argentina, no sólo por el contenido musical de las canciones del disco «Mujer contra mujer» sino que, además, se dio visibilidad a la diversidad sexual a través de la gráfica y el concepto de mismo. Las artistas Sandra Mihanovich y Celeste Carballo -que ya tenían una trayectoria solista importante- se juntaron para cantar y decirle al mundo que había otras formas de amor y se podía mostrar.
Escuchá el informe de «Dando vueltas» y esta tardía reivindicación.

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